martes, 22 de noviembre de 2011

4. Cuatro recomendaciones para prevenir el delito en el futuro

autor: Milagros Gutierrez



El delito cometido por parte de “Tomato Garden” fue considerado un hecho transcendental en piratería, más específicamente en la violación de los derechos de autor. Hong Lei protagonizó este delito de piratería desencadenando además, que los usuarios también adoptaran una posición conformista y hasta amigable frente a esta versión pirata de Windows XP. Esta empresa no sólo generó cuantiosos daños monetarios para la empresa Microsoft, sino también a todas aquellas personas que al utilizarlo habitualmente se acostumbraron a descargar gratis, aquel derecho de autor que había sido clonado. Sin dejar de lado, que generó en la población un sentimiento de rechazo frente a las versiones originales de Microsoft por el precio que acompañaba al producto original. Entonces, podemos apreciar en el caso, anteriormente presentado, cómo “Tomato Garden” actuó sin medir las consecuencias, de manera desleal e inmoral únicamente para beneficio propio a cuesta de los usuarios.

A continuación, en base a los temas estudiados a lo largo del curso “Ética para los negocios” se presentarán cuatro recomendaciones para prevenir el delito en el futuro.

Primera recomendación en base a las herramientas gerenciales de la ética para los negocios

En primer lugar, resulta vital y muy útil para la organización crear un código de ética corporativo, donde se especifiquen las conductas esperadas de los colaboradores, basado en modelos estándares a seguir que puedan guiar al empleado en cualquier situación general o específica, previniendo así malas prácticas en el ámbito tanto personal como profesional. Este manual debe ser utilitario y práctico para los colaboradores, cambiando aquella equivocada idea de que un código de ética sólo contiene los castigos de aquellas malas prácticas. Este también debería incluir temas como el manejo de los negocios con integridad, en donde esté establecido que se debe y que no se debe hacer dentro de la organización en relación al trabajo. Esto con el objetivo de crear aquellos parámetros, en donde se espera que estén alineados, la conducta de cada trabajador con los principios e intereses de la empresa.

Conjuntamente, las empresas no sólo deben crear este código, sino también deben elegir determinados grupos o individuos que supervisen estas medidas preventivas, para así detectar a tiempo las malas prácticas y se tengan la opción de ser corregidas a tiempo antes de perjudicar a la empresa.

Simultáneamente, sería conveniente que la organización, realice auditorías de sus operaciones donde se muestre el estado y las relaciones entre los stakeholders, para evitar fluctuaciones con respecto al desempeño de sus actividades. En este caso específico, recomendaríamos memorias anuales, donde se dé a conocer los avances de la empresa y cómo es que los han logrado.

Segunda recomendación en base al esquema de la ética para los negocios:

En segundo lugar, es básico que las organizaciones, dispongan de un esquema moral con la finalidad de que los temas morales y éticos cumplan un rol importante y al mismo tiempo sea el punto de partida para las actividades que se realizan en la empresa. Actualmente, un elevado porcentaje de gerentes y empleados en general, tiene la idea equivocada de que integrar temas éticos y morales con el trabajo del día a día escapa de la gestión de la empresa. Opinan que son temas que deben tratarse fuera de horas de trabajo porque suelen quitarles tiempo valioso de sus horas de producción. Por el contrario, analizar de cerca estos temas y su inclusión en las actividades del trabajo puede ser de mucha ayuda para prevenir, o en todo caso corregir las malas prácticas.

Tomando como base el modelo de Responsabilidad Social Empresarial RSE de Archie Carroll, en este caso nombraremos específicamente a uno de sus cuatro componentes; la responsabilidad ética. Si la responsabilidad ética no está presente en las empresas, suceden casos como el de “Tomato Garden”. Por ello, sugerimos que las empresas tomen como una obligación el hacer lo correcto, aún si no está formalmente escrito en una ley, ya que debe hacerse lo que la sociedad espera. Si todos los integrantes de las organizaciones se basan en un esquema moral, siguiendo las pautas con responsabilidad ética, se vuelve más difícil que los colaboradores sean desleales con las mismas, o que actúen en contra de los intereses que estas persiguen. Por lo tanto, los gerentes deben de dejar de lado ese rechazo al esquema moral por el tiempo y la dedicación que implica, porque a largo plazo trae beneficios tanto para la empresa como para los trabajadores creando relaciones de confianza y respeto.

Tercera recomendación en base a las teorías éticas normativas para los negocios:

En tercer lugar, dentro de las teorías éticas para los negocios, existe la cuestión de relativismo y el absolutismo ético. Dentro de las organizaciones no deben aceptarse “relativistas éticos” ni “absolutistas éticos” porque son extremos. Los relativistas actúan con un modelo de ética propio, difícilmente modificable, lo cual no sería recomendable porque cada persona tiene distintos puntos de vista para cada situación; y por otro lado los absolutistas manejan una sola forma de actuar éticamente, que si bien es cierto en el tema ético sólo actúas o no éticamente, en una organización no se pueden tener personas extremistas con ideologías limitadas porque son grupos de personas que interactúan día a día en diversas actividades.

Por lo anteriormente explicado recomendamos que aquellas personas encargadas de operar y gestionar empresas sean personas con una actitud pluralista. Las cuales tienen la capacidad de aceptar que existen diferentes doctrinas morales sobre un asunto y que con estas es posible llegar  a un acuerdo en base al diálogo entre los diversos puntos de vista. Entonces, los puestos claves deben trabajar los dilemas éticos, evaluando los daños y beneficios que puedan causar en las personas involucradas. Además las decisiones éticas de estas personas, deben estar en términos entendibles para cualquier persona razonable.

Cuarta recomendación en base a las teorías descriptivas de la ética para los negocios:

Por último, de acuerdo a los modelos que describen la toma de decisiones éticas, es fundamental que las decisiones en éticas en el ámbito de los negocios sean tomadas como los riesgos o las consecuencias que estas puedan tener sobre las relaciones interpersonales. Según estos modelos, autores como Linda Treviño y Thomas Jones describen cuatro etapas: el reconocimiento de un asunto moral, alguna clase de juicio moral sobre el asunto, el establecimiento de la intención de actuar de acuerdo con tal juicio y actuar de acuerdo con las intenciones. Nosotros recomendamos, que se lleven a cabo estas 4 etapas simultáneamente con un actuar ético antes de la toma de decisiones.

Para esto, es fundamental que las personas que tienen a cargo la gestión de la empresa se comprometan con el desarrollo de la misma, sabiendo que este depende en gran magnitud de las decisiones que ellos tomen. Además, deben estar preparados para asumir compromisos morales, para no repetir el caso de “Tomato Garden”, pues la opción de aprovechamiento sobre los otros es bastante amplia y esto traería como resultados más perdidos que ganancias en todo sentido.  

Cuando hablamos de ética para los negocios, las actitudes de los gerentes frente a las diversas situaciones no deben tener límite y quedar como un dilema personal, sino más bien organizacional. El responsable de alguna acción no ética dentro de una empresa no puede ser responsabilidad de una persona, y si lo llegara a ser no debería perjudicar al resto.

En conclusión las empresas en general son el motor de las sociedades, por ello deben demostrar tener patrones conductuales que les permitan un desempeño éticamente óptimo.

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